Quantcast

Internet y la nueva Cultura Participativa.

Enero 2009. Un padre lleva a su hijo David de 7 años al dentista y a la salida, sentado en el coche, éste empieza a hablar de forma confusa por los efectos de la anestesia, curioso sobre el nuevo estado de consciencia que estaba experimentado. Su padre, cámara en mano, registró 2 minutos de ese estado de confusión y lo colgó en YouTube. ¿Es esto la vida real?, "Me siento raro", "¿Va a ser para siempre?", son algunas de las frases que David lanza al aire en un estado un tanto "groggy".



Si lo hubiera mostrado a la familia en el televisor de su casa no hubiera creado más que unas risas y unos comentarios fugaces, pero lo lanzó a la web convirtiéndolo en fenómeno social. Las frases pronunciadas se conviertieron en estandarte, proliferaron las versiones del vídeo en Internet, los comentarios en blogs, en foros, en YouTube, tanto simpáticos y a favor del vídeo como extremadamente críticos con la actuación del padre, el cual, aprovechando el tirón, montó un blog y una tienda on-line de camisetas con el dibujo de su hijo junto a la máxima: Is this real life?


A día de hoy "David after dentist" cuenta con más de 27 millones de visitas en YouTube, 8.660.000 menciones en Google, 5.241 fans en facebook, varias parodias repartidas por la red e incluso le han salido imitadores de las camisetas, que se venden en Shirtcity por 22,50€. El padre ha sido invitado a shows en TV, radiofónicos (parte 1 y 2), y el vídeo ha aparecido en CNN, Fox News, y publicaciones como el Wall Street Journal o la revista Time. Las frases pronunciadas han dejado de pertenecer al ámbito privado y han adquirido connotaciones socio-políticas, dando lugar a discursos sobre la ética de los padres, los derechos de la infancia, o el uso y efecto de las drogas.

Aunque parezca un caso aislado, en el fondo éste no es más que otro ejemplo de lo que Jenkins denomina Cultura Participativa, que concierne al potencial de auto-producción audiovisual con medios mínimos y la forma en que los usuarios se apropian de esos contenidos a veces incluso versionándolos y llevándolos un poco más allá, cambiando el significado original del mensaje (véase por ejemplo David after the divorce o David after drugs). Los productos amateurs y profesionales se mezclan en esta nueva cultura audiovisual, en la que un contenido grabado en el parking de un dentista puede dar la vuelta al mundo, ser emitido por las principales cadenas de televisión y dar lugar a un mercado de productos derivados. Quién sabe si en un par de meses Is this real life? pasa a ser el slogan publicitario de alguna aerolínea, marca de jabón o comida para gatos. Todo es posible, todo está por ver.

0 comentarios:

Publicar un comentario