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El país del "NO".

Acabo de leer en El País que el PP ha propuesto un Plan Integral de Defensa de los Menores, el cual incluye además de que la edad penal se rebaje hasta los 12 años, que hasta los 18 no se pueda pertenecer a una red social sin conocimiento de los padres, e indicando además nombre y DNI. Es como decir que los niños no pueden tener pandilla si no se inscriben en un registro tutelado.

O sea, que lo del anonimato de la red que facilitaba tantas cosas como la experimentación, la expresión de Yo, el autoconocimiento, el desarrollo de lazos afectivos..., pues da igual, porque al PP le interesa más que los media - y por tanto la sociedad- se centren en los abusos a través de la red, que es lo que le puede dar votos en las próximas elecciones.

Así, mientras medio mundo está debatiendo sobre la digitalización de libros de Google -que si es monopolio, que si sólo da más visibilidad a libros que no están en el mercado-, España dice que NSNC y se concentra en las cosas de casa, que para regular el futuro de Internet ya está Europa.

Fuente de la fotografía: Arguez en Flickr.


Y cómo no, la propuesta desde las instituciones de poder, en este caso el PP pero dudo que ZP esté teniendo mejores ideas, al menos yo no lo percibo desde mi posición de ciudadana expatriada, es una vez más la de prohibir, limitar, censurar, regular... llámenle como quieran porque todo es lo mismo, y como no pueden hacerlo como antaño con un porque sí e imprimiendo un sello del Generalísimo, pues alegan que es en Defensa del Menor, ambas en mayúsculas, por si a alguien se le escapa que la cosa es seria.

Perdonen mi indignación, pero yo quiero que mis hijos, si algún día los tengo, sepan lo que es la libertad. Que ellos, que habrán nacido y crecido en el medio digital, puedan entrar y salir, explorar, y vivir la red en toda su extensión. No quiero un PP o quien sea diciéndoles que no pueden protegerse, que es peligroso, y que por tanto mejor nos das tu nombre y DNI y nosotros lo hacemos por ti. El PP añora otros tiempos, o quizás algun ideal orwelliano que se está viniendo abajo desde hace unos 30 años con la aceptación popular de Internet.

Lo mismo pasa con las bicis. Cuando a los Holandeses les cuentas que los carriles tienen medio metro, que tienes que circular con casco o que no puedes escuchar música, se rien. Y luego cogen su bici y se van con su i-pod y hablando por el móvil. Nosotros mejor prohibimos, no sea que algun conductor que corra más de la cuenta la lie con un ciclista despistado.

Prohibamos, limitemos y dirijamos, no sea que los ciudadanos decidan pensar por sí mismos lo que les conviene, no sea que perdamos la potestad de decidir por los demás sin consultar. En estos casos, que suceden con más frecuencia de la que percibimos, como a buena expatriada se me encoge el corazón. En estos casos es cuando me avergüenzo de mi país, de su clase política y de su poco saber hacer, todavía más partidarios de la repercusión mediática y de las soluciones efectistas, que de una construcción del bien común a largo palzo y de una democracia representativa real.

Así nos va.

Actualización: dada la controversia, apunto dos enlaces que hablan del tema, uno de Enrique Dans, el otro de Manuel Benet.

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